Carta del Mes: Justicia. Ser justo como acto sagrado
Haz justicia propia desde el amor: Reevalúa tus relaciones y decisiones, transformando el dolor en una oportunidad para tu bienestar.
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Ser justo contigo mismo también es un acto sagrado. A veces la justicia está en nuestras manos. ¿Cómo haces justicia por ti, desde el amor?
La carta del mes es la de la Justicia. Junio nos invita a contemplar nuestras decisiones, tanto propias como ajenas, y su causa y efecto. ¿Cómo han moldeado nuestro camino? Es tiempo de revaluar nuestro entorno y mirarnos con honestidad: ¿Cómo te hablas? ¿Cómo te tratas? ¿Cómo permites que te traten? ¿Dónde falta verdad y sobra autoengaño?
No siempre controlamos lo que vivimos, y no podemos controlar las decisiones de los demás, pero sí podemos elegir nuestra respuesta y la perspectiva con la que atravesamos cada experiencia. Incluso el dolor más profundo puede ser una poderosa oportunidad de transformación.
La carta de Justicia nos recuerda que hacer “el bien” no siempre depende de otros. A veces, el Universo (Divinidad, Dios, como queramos identificarle) nos invita a actuar y equilibrar nuestra vida desde adentro. Cuando trabajamos con el Universo, él trabaja con nosotros; esto es cocreación.
Pregúntate: ¿Qué me atrajo y me mantiene en ese vínculo inestable o tóxico? ¿Qué me retiene en amistades donde no me siento visto, ni valorado? ¿Por qué sigo en un trabajo donde no me respetan? ¿Por qué parece repetirse seguido “este” patrón en mi vida?
La justicia implica actuar con integridad y honrar la ley del equilibrio. Todo lo que damos, bueno o malo, regresa en distintas formas. Lo que se esconde, tarde o temprano se revela.
No se trata de venganza, ni castigo. La justicia y el “Karma” no nacen del dolor, ni el miedo (ego)…sino de la conciencia. Toda experiencia difícil es una oportunidad para ver con claridad, con los ojos del alma abiertos y el corazón en calma.
Esta energía nos pide claridad, no perfección. Nos pide conciencia, no castigo. Confía en lo justo. La claridad, aunque a veces lenta, siempre llega. Tu verdad tiene peso y tu voz tiene valor, mientras lo reconozcas y actúes alineado a estos principios. Alinea tu corazón con tu verdad más alta. Nuestro espíritu reconoce el valor de la coherencia, sobre todo para alinearnos (y saber mantener) nuestros más profundos anhelos.
Sé honesto y justo con los demás, así como también contigo. Elige lo que esté en sintonía con tu ética interior, aunque no siempre sea lo más fácil. Sin embargo, en esos momentos difíciles, la mayor recompensa será la paz; la verdadera justicia.
El Universo nos observa con ojos de compasión y equilibrio. La Justicia no llega para juzgarnos, sino para recordarnos que todo en la vida se armoniza a su tiempo.
Aquí se plasma el tránsito de la vida en memorias, pensamientos y poemas, como huellas, en donde cohabita lo que dolió y florece; la luz y la sombra. Escribo para recordar el camino. Comparto mis constelaciones internas para habitarme y existir. Que estos destellos te acompañen, si acaso caminas como yo, entre mundos…
Luna llena
Ligera, como la brisa del mar.
Llena y caótica, como sus olas.
Luminosa, como el faro que guía.
Estoy llena de mareas que arrastran;
De emociones liberadas con cada oleaje.
Estoy llena
De agua que limpia;
De memorias que el mar se lleva.
Estoy llena
De vidas pasadas;
Sufriendo, gozando;
Fluyendo con la corriente.
Muriendo y renaciendo.
Recordando, olvidando,
Y volviendo a recordar.
Estoy llena de ciclos viejos,
Recurrentes y nuevos;
Algunos se cierran,
Otros se renuevan
Y otros apenas comienzan.
Estoy llena de espejos;
Proyectando sentimientos,
Heridas abiertas y sanadas,
Propósitos;
Mensajes etéreos,
Para mí y para mi reflejo.
Muriendo y renaciendo,
Recordando, olvidando,
Y volviendo a recordar.
Vaciándome para volverme a llenar.
