En 2025, tenemos el cambio de 3 planetas: Neptuno, Urano y Júpiter, esto trae un gran cambio colectivo en la humanidad, de adentro hacia afuera.
Como dice el Kybalión: “Como es arriba, es abajo” y “Como es adentro, es afuera”. Este 2025, la humanidad enfrenta movimientos planetarios simultáneos. Estas nuevas energías nos impulsan hacia adentro, fortaleciendo nuestra consciencia. Es un año de evaluación profunda para liberarnos de apegos y de lo que ya no queremos.
La física cuántica estudia el comportamiento de la materia y la energía en el nivel subatómico. Esta disciplina se relaciona con la energía espiritual, la cual podemos mover internamente para transformar nuestra realidad. Todo depende del observador; es decir, de a qué decidimos dar poder, atención y energía. Así, nuestra realidad se construye, y los nuevos tránsitos planetarios facilitarán esta comprensión.
Plutón entró en Acuario en noviembre de 2024. Su energía se integrará con otros planetas este año. En abril, Neptuno ingresará en Aries, en junio Júpiter entrará a Cáncer y en julio Urano se ubicará en Géminis.
¿Qué activarán estos movimientos?
Observamos que la ciencia y la espiritualidad comenzarán a encontrar puntos en común. Lo que beneficia al bien común será fundamental, mientras que lo que solo favorece a unos pocos no será sostenible. Este año será propicio para la unión, la caída de velos y la claridad acerca de lo que realmente deseamos. Activaremos nuestros dones y talentos, dirigiéndonos hacia lo que nos hace brillar.
La inteligencia artificial estará en auge y la información que nos presente proviene de nosotros mismos, del conocimiento colectivo en internet. Será una herramienta más para acceder a información relevante. Sin embargo, en medio de la saturación informativa, aprenderemos a discernir y a aceptar solo lo que resuene en nuestro corazón. Lo que antes parecía imposible se verá posible gracias a los avances en diversas áreas. Tendremos mayor capacidad para manifestar rápidamente los verdaderos deseos de nuestra alma y para obtener ingresos de acuerdo con nuestra misión y servicio a la comunidad.
Es crucial convertirnos en observadores
El “afuera” nos enseñará lo que debemos seguir aprendiendo en nuestro “adentro”. Evitar la reactividad será clave para vivir el 2025, un año numerológicamente 9, dedicado a la culminación, integración y liberación. Será un gran momento para eliminar todo lo que no nos sirve, de modo que en 2026 podamos comenzar algo totalmente nuevo, lo que siempre hemos anhelado desde lo más profundo de nuestro ser. Ese nuevo mundo que debemos construir juntos, comenzará con el trabajo individual de cada uno.
¡Ese gran salto cuántico hacia nuestra mejor línea de tiempo!
