La casa celebró su centenario en la Settimana della Moda de Milán con una colección que rinde homenaje a su rica herencia y creatividad. Silvia Venturini Fendi presentó una reinterpretación magistral de un siglo de huella imborrable en la industria.
La pasarela se transformó en un viaje a través de la historia de Fendi, desde sus inicios en un pequeño taller en Roma hasta su estatus actual como una de las casas más influyentes a nivel mundial. La colección otoño-invierno 2025/26 no solo celebró el legado del pasado, sino que también estableció un puente entre generaciones, combinando texturas innovadoras y cortes contemporáneos.

Desde el primer look, se evidenció la maestría de Fendi en el savoir-faire, con detalles meticulosos que rendían homenaje a su rica tradición. Elementos como los chignons en forma de infinito simbolizaban el linaje de la marca, mientras que los chales de punto con malla hacían alusión a la icónica matriarca Adele Fendi. Cada prenda parecía contar una historia, desde los abrigos sin solapa hasta los vestidos con encaje, evocando nostalgia por épocas pasadas.
El desfile también destacó un diálogo entre lo masculino y lo femenino, donde el cashmere y los suéteres de mohair para hombres mostraron que la sofisticación de la casa trasciende géneros. Un componente vital de la colección fue la piel, que ha estado en el corazón de Fendi desde sus inicios. La casa presentó un nuevo fur atelier en Milán, marcando una evolución en su enfoque que se adapta a las tendencias modernas sin perder su esencia. Los abrigos de piel se reinterpretaron con texturas contemporáneas como mohair y shearling, mostrando un lujo táctil que redefine la opulencia clásica.









La colección también ofreció un recorrido estilístico a través de las décadas: los trajes de cuadros evocaban los años 20, mientras que los conjuntos en Pekin stripe recordaban los años 50. Al mismo tiempo, los vestidos de cuero acolchado con hombros exagerados traían a la mente la sofisticación de los 80, pero reinterpretados bajo una óptica minimalista.
El desfile culminó con una emotiva inclusión de los nietos de Silvia, Tazio y Dardo, simbolizando la continuidad de la dinastía creativa de Fendi. Este evento no solo celebró un siglo de excelencia, sino que sentó las bases para los próximos cien años de innovación y maestría en la moda.
¿Ya leíste la revista digital?, ¡no te la pierdas!
