Louise Trotter y su debut en Bottega Veneta

La llegada de la diseñadora británica a la dirección creativa marca un capítulo decisivo en la historia de la casa italiana.

Louis Trotter, reconocida por su visión minimalista y sartorial, se forjó en firmas como Joseph y Lacoste, donde modernizó el lenguaje del sport chic con una elegancia sobria. Su paso más reciente por Carven ya anunciaba una sensibilidad refinada, atenta tanto al detalle artesanal como a la construcción arquitectónica de las prendas.

Su debut en Bottega Veneta, con la colección Primavera-Verano 2026, fue recibido con expectación y aplausos. Inspirada en los archivos de la marca —especialmente en la década de 1966 a 1977— Trotter exploró la funcionalidad y la libertad femenina de aquel periodo, traduciéndolo en piezas que abrazan la tradición sin caer en la nostalgia. 

La colección se desplegó en un juego de contrastes: siluetas ajustadas al torso que luego se expanden en volúmenes fluidos; abrigos con flecos luminosos que aportan movimiento; mantas suaves que evocan refugio y sensualidad. El intrecciato, sello distintivo de la casa, apareció renovado en accesorios y prendas, mientras el célebre knot se reinventó como símbolo de continuidad y modernidad. 

Louise Trotter logró transmitir un equilibrio entre poder y delicadeza, entre lo utilitario y lo exquisito. Su mano es firme, pero también profundamente femenina, dotando a la colección de una sensibilidad distinta a la de sus predecesores. Con este primer gesto, Louise Trotter no solo honra la herencia artesanal de Bottega Veneta, sino que también abre la puerta a un futuro donde la sofisticación y la innovación dialogan con naturalidad.

Un debut que no sólo redefine la casa italiana, sino que también escribe un manifiesto de elegancia para una nueva generación: Bottega Veneta ya no es solo un lujo silencioso, es un lujo que respira con voz propia.

Me gusta que ‘Bottega’ (Veneta) sea un taller: un lugar donde la mano y el corazón se vuelven uno.
Louise Trotter

Louis Trotter
Louise Trotter, directora creativa de Bottega Veneta.

En su debut en la dirección creativa, Louis Trotter teje un relato de memoria, artesanía y emoción que redefine el legado de 60 años de la casa italiana.

Bottega Veneta Summer 26

Verano 2026 marca un hito en la historia de Bottega Veneta. Al celebrar su 60 aniversario, la firma no solo miró a su pasado, sino que lo usó como cimiento para construir un futuro audaz. La ocasión fue enmarcada por el esperado debut de Louise Trotter como directora creativa y una impactante colaboración sonora del artista y cineasta británico Steve McQueen. El resultado fue un desfile donde la moda, la memoria y la emoción se entrelazaron en un intrecciato contemporáneo.

Su primera colección es un diálogo entre las raíces de la marca y una visión renovada, inspirada en la extravagancia de Venecia, la energía de Nueva York y la sofisticación de Milán. En un gesto de respeto y continuidad, Trotter rindió homenaje a figuras clave como Laura Braggion, la primera mujer al frente de la casa en los 80, y al cofundador Renzo Zengiaro, cuyo genio revolucionó la marroquinería con el icónico Intrecciato.

Este espíritu de “funcionalidad suave” se materializó en una colección que respira un lujo táctil y sin esfuerzo. Trench coats de napa que se mueven con la ligereza de la seda, vestidos de gala con inesperados forros de algodón y una sastrería impecable, pero relajada, mostraron la maestría de los talleres de la casa. 

Los accesorios, el corazón de Bottega Veneta, fueron una lección de cómo reimaginar el pasado. Modelos icónicos como Lauren, Knot y Cabat resurgieron con nuevas proporciones y estructuras. A su lado, debutaron diseños destinados a convertirse en clásicos, como el Squash, el Framed Tote y el Crafty Basket, cada uno un despliegue de riqueza artesanal. En cada pieza, el intrecciato se reafirmó como una metáfora de unión y continuidad: tiras de cuero que, al entretejerse, se vuelven más fuertes.

En su celebración de seis décadas de trabajo y creación, Bottega Veneta no se conformó con celebrar su historia; la ha transformado en el mapa de su futuro: un camino tejido con tactilidad, emoción y un profundo sentido de comunidad.


FOTO. Adam Katz Sinding/WWD

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