
El peplo. De las panateneas a las pasarelas.
El Peplo nunca se fue, pero regresa con fuerza: Una mirada a la Revitalización de esta silueta histórica
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El peplo —del latín peplum , y de su raíz griega πέπλος (peplos) — es una prenda emblemática que las mujeres de la antigua Grecia llevaban con orgullo, y que posteriormente fue adoptada por la civilización romana.
El peplo es una pieza rectangular, caracterizada por sus grandes pliegues (como las cariátides del Erecteión), se dobla por la mitad para cubrir el cuerpo, confeccionándose en forma de un cilindro donde la parte superior cae sobre el pecho y, en ocasiones, también sobre los hombros. Las dos mitades de la tela se unen con alfileres en cada hombro y se ajusta a la cintura mediante un cinturón.
Generalmente fabricado con tejidos pesados, como la lana, el peplo se ataba a los hombros con una fíbula. Su longitud siempre superaba la altura de la mujer que lo llevaba, y era habitual que se usara con una capa pequeña de la misma tela. Durante la festividad de las Panateneas, se ofrecía un peplo bordado a Atenea Partenos, la diosa patrona de Atenas. Se considera, aunque hay desacuerdos, que el friso del Partenón representa la ceremonia del peplo durante estas fiestas.
La silueta del peplo fue desapareciendo gradualmente con la llegada del lino, que permitió crear prendas más amplias y flexibles, siendo finalmente sustituida por el quitón. Aunque sus orígenes se remontan a la antigüedad, el peplo solo fue considerado un ícono de alta costura con el advenimiento de Christian Dior y su famoso New Look en la década de 1940, que llevó la silueta a nuevas alturas.

Peplos modernos
La era más emblemática del peplo fue en los años 80, seguidos por un breve resurgimiento en los años 2000, donde se combinaba con una variada gama de prendas de negocios-casual y jeans ajustados. Esta silueta divisiva ha vuelto a irrumpir con fuerza en las colecciones de moda en los últimos años, presentándose como una propuesta más chic de lo que muchos podrían imaginar.
Cada temporada, el mundo de la moda presenta micro-tendencias que prometemos nunca volver a incorporar en nuestro armario, pero tras unos meses,, a menudo terminan formando parte de nuestra rotación habitual. Por ejemplo, los jeans ajustados, que parecían una aberración, se han convertido nuevamente en un esencial.

Retomando un clásico milenario
Si estás considerando adoptar un top peplo casual, la mejor elección es combinarlo con jeans o pantalones de pierna ancha para equilibrar la forma, creando una silueta alargada y estilizada. Evitemos los errores del pasado, como combinar peplo con pantalones demasiado ajustados.
Las chaquetas son otra manera clave de abrazar el estilo peplo. Alexander McQueen ofrece versiones escultóricas del biker, mientras que Givenchy propone líneas limpias y estructuras más suaves.
En la actualidad, el peplo brilla con fuerza en las prendas de noche más deslumbrantes. La chaqueta de Balmain inspirada en la Dinastía aporta un aire retro, y los volantes de Nina Ricci deslumbran con su glamour.
El peplo ha vuelto para quedarse, y cada vez toma más protagonismo en nuestros armarios.