Pechos y Huevos. En el seno de las epifanías
Pechos y Huevos, novela de Mieko Kawakami, escritora y cantante japonesa, nacida en Osaka. Recibió el Premio Akutagawa, dirigido a nuevos creadores, en su edición 138. Pechos y Huevos está considerada entre las 20 mejores novelas de 2020 según TIME y The New York Times. Kawakami ganó otros premios como: el Tanizaki y el Murasaki Shikibu.
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Pechos y Huevos. Una reflexión sobre la madurez y la sociedad
Pechos y huevos es una novela compleja y extensa. Está dividida en dos partes, que aborda diferentes facetas de la experiencia femenina, especialmente en el contexto del Japón contemporáneo. Existen por lo menos dos voces narrativas diferentes, pero la voz principal está a cargo de Natsuko Natsume. Ella es una mujer soltera en sus treinta años, quien a lo largo de 10 años, atraviesa transformaciones que la convertirán en una mujer valiente, con convicciones fuertes respecto a decisiones que cambiarán sustancialmente sus expectativas de vida.
En la primera parte, Natsuko se muestra insegura y disociada de su cuerpo. Éste le es ajeno, aunque lo habita y lo explota, sin procurarlo. Sus hábitos alimenticios desordenados y el consumo de alcohol en exceso sumados al trabajo demandante, la mantienen emocionalmente desconectada. Sufre de un bloqueo creativo cuando prepara una nueva novela. Es cuando surge el deseo de tener un bebé.
Deseos y paradigmas
Este deseo la asedia más cuando rebasa los 40 años, momento en que logra un cierto equilibrio financiero, tras haber liquidado el financiamiento académico otorgado por el gobierno japonés. Sin embargo, va a enfrentar una serie de desafíos. Por una parte, Natsuko rechaza la idea de una pareja estable ya que no le interesan las relaciones sexuales.
En segundo lugar, la relación con los hombres ha sido conflictiva en la familia. Por tanto, contacta a los bancos de semen de Japón y de otros países occidentales para indagar sobre la inseminación por donación. Asiste a conferencias de una asociación de personas que nacieron por este método y lo que llega a conocer la deja perpleja. Es inquietante saber del vacío existencial al no conocer al padre biológico.
La novela ahonda en temáticas muy humanas: el egoísmo, especialmente el de mujeres empeñadas en procrear, independientemente de su estado civil. Se critica las políticas reproductivas en Japón, que limitan el acceso a fertilización asistida a parejas heterosexuales infértiles.
Quedan excluidas las mujeres solteras y las parejas de lesbianas. Esta política es puesta en juicio porque muchas parejas terminan separándose después de haber concebido al bebé, por lo que el hijo queda bajo la custodia de la madre.
El papel de los hombres en la crianza de los hijos queda bajo la óptica crítica. No llevan a cabo una crianza responsable. Constituyen un gremio bastante laxo: son perezosos, alcohólicos, sin conexión emocional, principalmente con las hijas; inflexibles y machistas. En respuesta a ello, las mujeres solteras optan por un celibato responsable. Natsuko conoce esta realidad siendo testigo de las experiencias de su madre, hermana y de las conocidas del trabajo.
El perfil de las protagonistas
Las mujeres que pueblan esta exquisita novela, son mujeres valientes que logran salir del círculo de la pobreza y exclusión; son responsables y desafían las convenciones, fraguadas al fuego lento del sufrimiento y soledad. Con dignidad asumen su maternidad y se apoyan entre sí para sobrevivir la crisis económica que limita mucho su bienestar.
Por otra parte, está la relación que lleva Makiko, la hermana mayor con su propia hija, la cual resiente el abandono porque su madre la deja toda la tarde y noche sola ya que tiene que trabajar en dos lugares diferentes. Mikoriko es una adolescente que decide no hablar con su mamá, literalmente, y sólo se comunica a través de la escritura en su libreta.
Este silencio manifiesta el enojo, la incomprensión y el rechazo por la insistencia de su madre en desear hacerse una intervención quirúrgica. Midoriko opina que su mamá es tonta por ello. Mikoriko a su vez siente repulsión por su propio cuerpo en tránsito a la madurez sexual, aunque aún su menstruación no se presenta.
Complejos profundos
Reflexiona en otra libreta para sus pensamientos, acerca de lo repugnante que es expulsar mes con mes el óvulo no fecundado, el tejido y la sangre. La reproducción y sus mecanismos para ella es una cruel imposición biológica que rechaza profundamente. No ve el sentido de concebir más humanos en un mundo tan poblado y salvaje.
Los grandes parteaguas ocurren en verano, la estación cálida y húmeda. Es cuando es el cumpleaños de Midoriko, la sobrina. Como podemos leer el verano es la etapa de cambios, renovación, revelaciones importantes; vacaciones escolares; época en que Makiko y su hija visitan a Natsuko (o Natsu, como le dicen de cariño).
Cuando Natsu visita a su sobrina y a su hermana, después de un largo periodo; y aprovecha para visitar la zona donde pasó sus primeros siete años de vida; su antigua escuela, el edificio donde vivió la familia antes de mudarse a la casa de la abuela materna. Las ráfagas de recuerdos vienen a su mente y ocurre una epifanía al recibir una llamada añorada. En verano Natsu toma la decisión final. En verano da a luz a su bebé.
Una historia compleja y profunda
Pechos y Huevos es una novela compleja y muy poética para describir la belleza de la naturaleza; es también una novela ruda ya que los pasajes más intensos y dolorosos son concebidos con una gran sordidez que nos hace sentir el desasosiego, la tristeza, la gran soledad —por ejemplo, la que experimenta Natsuko cuando pasa una semana muy enferma en su departamento, que a más de un lector le recordará lo vivido durante la pandemia de Covid—.
La autora no nos libra de sentir estas emociones y rudezas de la vida, a través de las descripciones y diálogos que mantiene con otros personajes: la editora Sengawa, la amiga escritora, Yusa Konno; el hombre que fue concebido mediante inseminación artificial con donante, Jun Aizawa, quien jugará un papel fundamental en la decisión de Natsu y muchos otros personajes incidentales que aparecen en su vida.
Para finalizar, puedo comentar que es una novela imperdible por muchísimas razones más. Contiene lo mejor que una novela puede aportar: desarrolla temas filosóficos, nos conduce a terrenos inquietantes y nos brinda la profundidad oceánica de su poética narrativa. Es una buena elección dejarse arrastrar por la turbulencia de sus olas emocionales de tintes oscuros; o bien, permitir ser abrasados por esos bellos y dulces cielos azules durante aquellos veranos, cuando las grandes epifanías se dan cita.